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SANTIAGO, octubre 06.
             Los trabajadores de Farmacias Ahumada (FASA), que este lunes comenzaron una huelga legal indefinida para mejorar sus condiciones laborales, dijeron que esperan entrar pronto en contacto con los nuevos dueños de la farmacéutica para llegar a un acuerdo sobre el conflicto.

            Según trascendió, ayer Celfin Capital pagó a todos los accionistas que concurrieron a la Oferta Pública de Acciones (OPA) lanzada por la mexicana Casa Saba para hacerse de la propiedad de FASA. La operación se cerró con una adhesión del 97,8% de los 150 millones de acciones de la compañía.

            Ante este escenario de cambio de propietarios, los trabajadores aclararon que aún "no hemos tenido ningún acercamiento con el nuevo dueño (...) hemos agotados todas las instancias para reunirnos con ellos", según reconoce Fidel Leiva, secretario del Sindicato Nacional N° 1 de FASA.

            Sin embargo, el dirigente indica que igualmente esperan poder reunirse a la brevedad con la nueva administración. "En Chile está Alejandro Sadurni como representante de Casa Saba. Con él queremos tener un acercamiento, porque no puede ser que estén comprando una empresa con mala administración y que siga en las mismas condiciones".

            En tanto, ayer más de 500 trabajadores de la firma se reunieron en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y marcharon por el centro de Santiago, hasta la casa matriz de la empresa en la calle Miraflores.
Según señalaron, "en regiones también la adhesión ha sido mayoritaria".
La huelga está encabezada por el Sindicato Nacional N°1 de Trabajadores, que reúne a los 759 empleados en esta negociación, de los 3.500 existentes a nivel nacional. Los sindicalizados se encuentran repartidos en 206 locales de los de 350 que tiene la empresa en todo Chile.

            Entre sus demandas, los trabajadores reclaman por el pago de un sueldo variable de $35 mil que les cancela la empresa, y que se complementa con comisiones. Según dicen, esperan que la compañía los iguale a los trabajadores que ingresaron después del 1 de julio de 2008, año en que comenzó a regir la Ley 20.281 que establece que las personas que trabajan con el sistema de comisiones, deban recibir la remuneración mínima mensual al igual que el resto de los trabajadores del país.
"La idea es que todos los trabajadores partan con un sueldo mínimo de $172 mil", dice Leiva, agregando que están abiertos a que las comisiones puedan bajar para llegar a ese piso. Junto a ello, demandan el pago de gratificaciones y la regularización de bonos.
            En ese sentido, destacaron que desde hace 10 años que la compañía no paga los bonos por gratificaciones, pese a que "en 2009 FASA registró, tan sólo en Chile, utilidades EBITDA por sobre los $9 mil millones y, en el primer semestre de 2010, supera los $7 mil millones. En este proceso de negociación la demanda total del sindicato no supera el 6% de las utilidades del 2009".
Fuente: economia.terra.cl/noticias/noticia.aspx.




Desarrollo

EL problema al cual se ven enfrentados los trabajadores de FASA, es a nivel de todo el país (nacional), es decir se está manifestando en las distintas organizaciones de dicha empresa, por ende resulta imprescindible un consultor externo.
El consultor deberá conocer las premisas culturales que existen al interior de la organización, así como su dinámica interna. Ya que con esto podrá elaborar un diagnostico que le permita conocer las principales problemáticas, que deben ser intervenidas. De acuerdo a lo leído anteriormente y considerando el texto de Warner Burke “Desarrollo Organizacional”, menciona los tres pasos de Lewin, lo cual se puede asociar con los trabajadores de FASA, quienes según el texto mencionado anteriormente, se encuentran en la primera fase: descongelamiento, porque  la organización no ha cumplido los acuerdos laborales a los que llegaron con los anteriores dueños de la empresa. Además los actuales dueños no han logrado una comunicación efectiva con los trabajadores. Los cuales pasaron de una situación  del cotidiano a otra nueva donde se reconoce que existe un grave problema y donde ellos, organizados están exigiendo una pronto solución. Es decir se ha producido una crisis en la que las antiguas premisas no dan solución a las nuevas problemáticas organizacionales.
FASA es una organización altamente burocratizada que tiende a tener una fuerte resistencia al cambio, por lo que los consultores externos juegan un rol muy importante. Al conocer la situación de la organización, por medio de un agente interno, se puede elaborar un diagnostico que entregue un fiel reflejo de lo que ocurre en la organización.
 Además el cambio es reconocido, no está sólo a nivel discursivo, sino que las personas reconocen que hay problemáticas que deben ser resueltas. Con la información obtenida por el consultor externo, apoyado de un miembro que conozca la dinámica interior de la organización, pueden buscar las alternativas más viables para una  pronta solución a su problema.

La idea es superar la etapa de conflicto, para que logren pasar a la siguiente, decir que se logre el cambio deseado, llegando a nuevos acuerdos que beneficien tanto a dueños como a trabajadores. Si se logra esto ya sólo será cosa de re congelar y tomas las medidas necesarias, para que el cambio permanezca.

La organización en la cual trabajaremos será: NAIM. Por ser factible debido a que una de las integrantes del grupo de trabajo , está realizando actualmente su práctica ahí.

1 comentario:

  1. Muy interesante analiisis, me gustaría que pudiran analisar el comprotamiento de los trabajadores segun lo expresado por Rodriguez en el capitulo de Cultura Organizacional en A.L. Una pregunta más, Cuál es la relevancia del diagnóstico organizacional en el contexto de los conflictos laborales?...Espero sus respuestas en el blog.
    Saludos,
    Luis

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